El abordaje de la ideología desde la visión de Habermas
No podemos. Habiendo participado en, o permitido, la construcción de un medio en el que las leyes científicas se proyectan, tanto materialmente, en productos tecnológicos, y espiritualmente, en las ideas que permitimos que guíen nuestras decisiones más importantes, nosotros, científicos al igual que los ciudadanos corrientes de la civilización occidental, estamos sometidos a sus reglas. Pero, las condiciones sociales cambian y la ciencia cambia con ellas.
Paul Feyerabend, Tesis sobre el anarquismo
Contexto general
El presente escrito, esboza las reflexiones que la autora tiene en los actuales momentos, con respecto a ideología. Para ello, se apoyó en los planteamientos de la obra de Habermas Ciencia y técnica como ideología[1]. Que la llevo a revisar distintos materiales, de los personajes mencionados en dicha obra.
El libro Ciencia y Técnica como ideología es la explicación particular de Jürgen Habermas, de cómo la ciencia y la técnica, generó un entramado de principios que llevan a las sociedades del capitalismo avanzado[2] a actuar de determinada manera, sin reflexionar el por qué, hacen lo que hacen. En el pasado, personajes como Rousseau, en el Discurso sobre las ciencias y las artes, también planteó que el hombre de su época no es auténtico y está sometido. En este caso, es importante el estar consciente que dicha ideologización existe.
Habermas inicia, planteado dos visiones interesantes, sobre la interpretación que realizó Marx Weber y Herbert Marcuse, con respecto a la sociedad industrializada avanzada. A medida que plantea las discrepancias entre ambos, deja implícito que la ideología está presente, sea interpretada de manera racional[3] –Weber- o desde la perspectiva marxista[4] -Marcuse-; o la reformulación que él plantea. Aunque, afirma “Me limito a proponer un esquema de interpretación, que ciertamente puede ser introducido en < este ensayo>, pero del que no puedo pretender seriamente probar su alcance…”
Así que, Weber, Marcuse y Habermas plantearon desde su cosmovisión el cómo está estructurada la sociedad, y al mismo tiempo generaron las ideas que permiten comprender como la ciencia y la técnica establecieron las formas de dominio de la naturaleza y del hombre, que además requiriendo de la legitimación en el marco institucional.
Quiere decir, que de fondo, todo individuo, se explica a sí mismo, desde la concepción que comparte con su medio. El cual conoce a través de los medios de comunicación, las instituciones educativas y el aparato gubernamental. Con el fin, de lograr un “normal” funcionamiento económico, político, educativo… ¿Lo anterior es lo que se conoce como ideología? A continuación se esbozan lo que subyace en el significado de ideología.
La necesidad de la ideología
En esta apartado se quieren reflexionar si la ideología –como construcción del ser humano es realmente necesario, o se puede plantear una forma de vivir en sociedad sin el “dominio” de una ideología.
Si se plantea que la ideología es para el ser humano en sociedad como la ley de gravedad para el universo, ¿se puede demostrar?
La ley de gravedad explica que todo lo presente en este mundo, que tenga masa y este compuesto de partículas tiene una propiedad –gravedad- supone una fuerza atractiva. Por ejemplo una piedra cae por la fuerza de atracción, sin que la misma pueda decidir al respecto. La misma ley tiene cohesionado a los planetas alrededor del sol. Entonces, la ideología, -al igual que la gravedad- mediante la fuerza de las ideas “logra” que se mantenga cohesionado el ser humano con su medio. Estas ideas –ideología- pueden estar explícita o implícitas en el desenvolvimiento del ser humano en sociedad. Lo cual lleva a pensar que toda ideología busca el orden y control. (Apoya la visión de Marcuse).
Al mismo tiempo existe la necesidad de construir un sentido, que explique el entorno social, político, económico y cultural que permita al ser humano “entender” lo que sucede a su alrededor. Como dice Pierce (2010) lo que constituye el sentido de algo no es la consciencia humana, sino el entorno en que se encuentra. (Visión racional de Weber y Habermas).
Ahora, hay que preguntarse cómo se “crea” una ideología. Al profundizar en los planteamientos racionales de Weber (2006) se encuentra que los criterios de la determinación del carácter social de acción son: (a) las personas deben tener en cuenta el comportamiento y existencia de los demás; (b) la acción del sujeto debe tener su valor de signo o símbolo para los demás y viceversa. Por lo tanto, las conductas de las personas, implicadas en una acción social, vienen influidas por la percepción que cada una de ellas, tiene de la significación de los demás y su propia acción.
Así que, la sistematización de la interacción social, llevar, a una interpretación, que al ser asumida por la colectividad se vuelve ideología.
Basado en lo anterior y al revisa nuevamente el texto de Habermas, el propone:
La racionalización a nivel del marco institucional sólo puede realizarse en el medio de la interacción lingüísticamente mediada misma, consiguiendo que la comunicación se vea libre de las restricciones a las que está sometida. La discusión pública sin restricciones y sin coacciones, sobre la adecuación y deseabilidad de los principios y normas orientadores de la acción, a la luz de las condiciones socioculturales del progreso de los subsistemas de acción racional con respecto a fines.
Por lo tanto, la ideología existe y mantiene cohesionado los grupos sociales. A la vez, son interpretados y se identifican desde la ideología que prevalece, de manera consciente o inconscientemente, permitiendo la legitimación de los entes gubernamentales de poder.
La ideología en la investigación
Si partimos de la afirmación de la ideología existe y que la misma como lo describe Habermas explica las relaciones e interacciones en sociales. Entonces, formar parte de la concepción de cada estudioso y permea su labor de investigación.
Si volvemos a revisar los planteamientos de Habermas en su obra Ciencia y técnica como ideología y extraemos los planteamientos; de Weber, él considerar que la sociedad está por encima de la ciencia y la técnica, y que debe tenerse en cuenta los factores de naturaleza cultural, como la mentalidad religiosa o filosófica o incluso la ética imperante.
En cambio, en la posición de Marcuse, la ciencia y la técnica están controlando a la sociedad y al individuo. Con el agravante que el individuo, no es consciente de dicho control. “La sociedad de consumo está esclavizada por el mismo poder liberador que posee la técnica cuando ésta sólo se utiliza como instrumento de lucro y de masificación del espíritu humano”.
En cuanto a Habermas, como ya se indicó con anterioridad, plantea su idea pero será, en su obra Teoría de la Acción comunicativa en 1981, cuando confirma la relevancia de la comunicación para la compresión de la sociedad “Interés emancipatorio -develar las fuerzas que influyen sobre el ser humano- para liberarlo. “El interés técnico,-mejora las cosas. Interés práctico -centrado en las relaciones humanas”. “Patriotismo constitucional”…
Simplificando los planteamientos se tiene entonces que:
Weber considera, que la ideología implica que la sociedad está por encima de la ciencia y la técnica.
Marcuse afirma, que la ciencia por la técnica está por encima de la sociedad y desde allí, el control y sometimiento del individuo.
Habermas propone, que la ideología implica la interacción comunicativa de la ciencia más la técnica más la sociedad.
Lo anterior, debe ser pensado como mínimo desde dos aspectos: (a) la visión personal del investigador, de cómo son sus consideraciones ante la ideología; (b) cuál concepción, considera pertinente, para develar la ideología del país o países en el cual desarrolla su estudio. Teniendo en cuenta, que la selección debe estar en concordancia con los otros vínculos temáticos a desarrollar.
A manera de cierre
El estudio de la obra de Jürgen Habermas, Ciencia y técnica como ideología permitió determinar la existencia de la ideología como medio de cohesión social y comprensión del individuo.
Como mediante el racionalismo, -Weber y Habermas- y el marxismo –Marcuse- se puede comprender las interacciones sociales, culturales y de poder.
Es fundamental en el desarrollo de su actividad investigativa, que se tenga consciente, desde que visión, se va a realizar el análisis de la ideología de los países que forman parte de su estudio.
Otros, aspecto interesante es que esta obra, puede ser considerada el antecedente de la Teoría de la acción comunicativa de Habermas.
Referencias
Habermas, J. (1986). Ciencia y técnica como ideología. Traducido por Manuel Jiménez Redondo. Enlace http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/687.pdf.
Peirce, Charles S. (2010). Charles S. Peirce, semiosis y traducción intersemiótica. Enlace: file:///C:/Users/ASPIRE/Downloads/IVJornadasArgentinaAguiarQueiroz.pdf
Rawls, John. (2006). Teoría de la justicia. Fondo de Cultura Económica. Pdf digital. Enlace. https://etikhe.files.wordpress.com/2013/08/john_rawls_-_teoria_de_la_justicia.pdf
Weber, Max. (2006) Economía y sociedad. Biblioteca virtual http://www.biblioteca.org.ar/libros/131823.pdf
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[1] Se trabajó con la versión digital. Traducido por: Manuel Jiménez Redondo. Tecnos, Madrid, 1986. http://webdelprofesor.ula.ve/ciencias/ricardo/PDF/Jurgen_Habermas_Ciencia_y_Tecnica_como_ideologia.pdf
[2] Capitalismo avanzado, es el medio de los medios de perfeccionamiento y control del capitalismo. Desde la perspectiva de la escuela de Frankfurt.
[3] El racionalismo planteado por Weber lo llevó a comprender las interrelaciones de todos los factores que confluyen en la construcción de una estructura social; y en particular, reivindicó la importancia de los elementos culturales y las mentalidades colectivas en la evolución histórica.
[4] El pensamiento marxista de Marcuse, está fundamentado en elementos mediante los cuales construye una crítica de la sociedad industrial, de carácter represivo y alienante. Crea una sociedad de consumo, esclavizada por la técnica, cuando ésta sólo se utiliza como instrumento de lucro y de masificación del espíritu humano.
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